Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

OSADÍA

 

 

 PARA.- lizmarlogua

 

 

Tuve la osadía de mirarte sin prudencia

pudo ser-no lo sé- el alba triste

o este dolor de soledad que embiste

arrinconándome al suplicio o la demencia.

 

Pero ese mirar sensual -que tú filtrabas-

Me devolvió la vida en un segundo

que me sentí superior tan errabundo

que pensé que era a mí a quien mirabas.

 

No he visto otro mirar tan parecido

que me siga a donde voy o que me embista…

por eso sé que mirarte no es prohibido

si ésta se converge o ya se arista.

 

Por eso te escribí (es todo un vicio)

que me mires silenciosa o qué te miro

porque sé que el mirarte es un suspiro

y cuando no te miro  es un suplicio.

 

Que beldad tan grande hay en tus ojos

que iluminas mis noches por entero

 ¡quisiera ser entonces…! Un ratero

para robarme la luz de sus sonrojos.