escritor1982

La voz del poeta


En un instante fecundo

intentaré mi más hermoso poema,

una víctima de mi idolatría,

tan inocente como sus pecados.

En aquel instante fecundo

intentaré nazca etéreo y visceral

arrastrándose desde mi garganta

hasta mi lengua curtida en verdad,

intentaré destilarlo en ondas

ásperamente exhaladas

deseando al verterlas en mi voz

dejen detrás su sabor a verso y a palabra.

Un poema tan hermoso

como un tierno destello de felicidad.

Y como un ingenuo pacto con el dolor

frágil sus notas rompan el silencio

porque a pesar de la tristeza

sólo si es susurro en tu oído

será poesía.