Rosy Martinez

Sin un título

Vagaba en un triste anhelo,

tragándome todo este sentimiento

Ahogada en un vicio vil y enfermizo,

llegando a la obsesión.

Sólo gané heridas que nunca sanaron,

quedaron mil cicatrices

Hoy soy inmune al amor,

al dolor y tristezas que este implica.

Ahora fuerte soy y no existe

quien lastime este corazón.

Mi armadura esta hecha de rencor,

resignación, malos recuerdos.

Ni espadas de ilusiones y sueños,

ni cupido con flechas podrán entrar.

Gracias por robarte mi entusiasmo,

mi inspiración y mi fe;

gracias a ti ya no puedo escribir,

mis hojas quedarán tranquilas.

Ya no hay nada que pueda yo sentir,

soy solo metal, reluciente y frío.

Por ti he conocido dos grandes amigas:

 lágrimas y soledad.

Aprendo a vivir así,

en la compañía de mi sombra,

Ella está siempre ahí,

escuchándome sin decir una sola palabra,

Ayudándome a entender que

nunca volverás y que todo fue en vano,

que el amor que te di se lo llevó

el viento, como hoja en otoño,

Y se ocultó con el sol sin regresar jamás.

Por ti soy un fantasma, rondando un

cruel anhelo de lo que nunca será.