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ALGUIEN ME DIJO

ALGUIEN ME DIJO

Alguien me dijo que compraría un paraguas cuando llegara la lluvia y que escalaria el monte cuando perdiera el miedo a las alturas.

A ese alguien el agua llegó sin avisar y un día el monte fue desforestado por los leñadores una noche cuando el mundo dormía.

Alguien me dijo que compraría los sueños del vecino cuando a los suyos lo asaltaran los fantasmas de los muertos.

A ese alguien la muerte le llegó esa misma noche, cuando los fantasmas de otros mundos llegaron porqué sabía los códigos secretos del gobierno.

Alguien me dijo que se escaparía del mundo de los demonios en canoas de vientos, cuando a la tierra llegaran los que se comen a los barcos.

A ese alguien anoche los paramilitares no tocaron a su puerta, entraron por las rendijas de su casa y lo sacaron con la boca llena de tierra y polvo.

Alguien me dijo que se cambiaria el nombre cuando los paramilitares tocaran en su puerta, que se vestiría de ángel para escapar por la ventana.

A ese alguien los paramilitares le cortaron las alas a los ángeles,  y trajeron un ataúd con su nombre gravado para que no olvidara su nombre después de muerto.

Alguien me dijo que lucharía por la libertad cuando la guerra tocara en su puerta, cuando los caminos estuvieran cercados por alambres y las calles incendiadas.

A ese alguien cuando buscó salida, los caminos habían desparecido y las calles eran cenizas de una guerra que tenia amos y que otros no querían recordar.

Alguien me dijo que la oscuridad de su futuro no le preocupaba todavía, que esperaba que llegaran aves de colores para escaparse con ellas a otro mundo.

A ese alguien su futuro no cambió, a las aves de colores le cortaron las alas y sus plumas terminaron en el mar.

Alguien me dijo ayer que en un sueño había perdido la vida en un falso positivo, pero que no creía en los sueños cuando hablaban de la muerte.

A ese alguien lo vistieron de verde olivo como caído en combate, ahora ya no sueña, ahora le han quitado los sueños y la vida.

Alguien no le madrugó a la paz porque pensó que eran cosas de poetas, que era una ilusión por la cual no valía  luchar, que era como un viento difícil de alcanzar.

A ese alguien la guerra le consumió los sueños, lo consumió en los oscuros pasadizos donde nadie sale, donde nadie sobrevive.

Alguien le contó al oído que era un hombre rico porque tenía salud y familia, porque tenía sueños y esperanzas guardadas desde que era un niño.

A ese alguien le respondió el otro: ¿Y quién soy yo que no tengo salud ni familia, y que mis sueños se los llevó la guerra cuando la esperanza asomó a mi ventana?

Alguien hoy le mintió a la verdad creyéndose rey y dueño de la tierra y de los mares, de los vientos y de las lluvias.

A ese alguien las mentiras se le volvieron semillas en su reino y los frutos dudas cuando decía la verdad.

Alguien vive en la oscuridad porque no quiere ver la luz de la libertad; sus cadenas son cobijas que no lo dejan soñar, y si sueña son globos de muerte porque tiene cerrada las ventanas de la felicidad.