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Sin perdón y sin pecado - La Bestia (revelaciones)

"Sin perdón y sin pecado"

Subo una vez más a la ausencia,

esa angustia del hombre en su consciencia:

el tiempo y los misterios de la vida,

como siempre la retórica me obliga.

Existen reglas,

infinitas reglas

que me acercan y me alejan

desde alfa a omega

y viceversa

y hacen de mi vida un discurso innecesario.

Así, casi sin argumentos,

sin sentido

como un pacto con la nada,

sin memoria,

entonces qué necesidad de la inventio

para llamar la atención

de alguien que adore

la inscripción sobre la piedra

un corazón y dos letras

y allí su cuerpo,

entre la muchedumbre su cuerpo

y su voz,

su boca,

sus ojos

y sus metafóricas piernas

y la y griega se presenta

como símbolo del deseo

sacrificio y esperanza,

y el puñal que arranca

los retoños de mi amor que afloran,

me encuentran

sin perdón y sin pecado

y se hacen polvo en el camino”

 

"la bestia"

Ha sido suficiente el legado

porque fui elegido

para ver mucho mas allá de los cristales,

celeste cielo

y más allá la oscuridad del alma

absoluta: vórtices, glóbulos espaciales,

el universo pleno,

y aquí sobre el Edén

se atañen las tormentas

del infierno,

los colores ya no son colores,

no los reconocemos

porque como una nave

que vuela recostada sobre el tiempo

del acorazado torbellino,

una masacre entre mar y tierra:

horizonte/misterio.

nos espera una revelación:

La bestia despierta

y viene por sus siete sellos,

y esta vez les tocará a los pecadores,

no a aquellos

simples ladrones

ni a los que algún acto impuro cometieron,

no a los que con ambición

la mala religión profesan

ni de los que de ella se quejan,

ni reconocidos ni ignorados,

ni reyes ni cleros,

ni ateos ni reos,

ni aquellos que comen de la basura,

ni siquiera los ricos

que con el hombre no cumplieron.

El pesar solamente

caerá sobre el imperio

y dejará hambre

y millones de inocentes

simplemente muertos.

Entonces todos a preocuparse empiezan,

desde ahora todos pensarán en una fecha,

un lugar, una determinada hora

y nadie sabrá nada,

se reunirán en cada calle,

tomarán medidas,

extremas medidas,

algunos buscarán en el cielo

otros una respuesta en los rezos,

una respuesta…

sin tener ni la menor idea

que la luz no solo nos ilumina

sino que también nos desintegra.

Se elevará por cierto

la nueva torre de babel

y todos seguirán tan confundidos

como aquella otrora,

la ciudad elegida,

la capital inocente del oeste,

allí se concentrará el odio,

el miedo y la desolación,

como un viento fuerte

crecerá hacia el este

con toda la codicia

y morirá en el mar

con la calma silenciosa

del último aliento.

Ni un avión podrá partir,

ni un solo misil,

ni suspiro,

todo el imperio quedará desierto.

Hacia el norte y hacia el sur

habrá más de cien millones de muertos,

como nunca el aire será purulento,

la atmósfera enrarecida les llegará a todos,

a cada rincón,

se escapará de los cielos

y será un mensaje para el mensajero

aquel que resucitó de entre los muertos

y dirá: a imagen y a semejanza

será necesario reconocerlos.

Y será arduo reconocernos entre ellos

ya que será muy difícil reordenar las fronteras,

no habrá tiempo para llorar ni para festejar

el impacto será certero

como si una mente superior o consciencia:

Dios, (o los Dioses vivos)

quien eligiera/n

el lugar exacto,

la hora exacta,

el momento exacto,

y sin embargo

solo será una cuestión matemática,

todo está allí, a la espera,

un simple click

geométrico

y la suerte será echada:

un nuevo tiempo

(sin perdón y sin pecado)

el sexto.