Francisco Barreto

MISS VENGANZA

 

Si Señor, si señor.

Ey, epa tu, si, quien esté leyendo esto.

Es contigo.

Hoy conocí a una bella dama,

Anda tocando las puertas de las almas

Busca sólo corazones heridos.

Ayer durmió en mi casa

Pero mañana quiere estar en otra.

Por cima de sus atributos codiciables,

Predomina su sonrisa,

Es tan hilarante que deja de ser sonrisa

Y se convierte en una carcajada.

Y te la ofrece a cambio de nada

Vino con su caja de Pandora

A dejarse ver por mí.

Fue en la madrugada,

Cuando despuntaba el alba,

Cuando me sedujo,

Despertó a la vieja herida inerte;

Aquella que se resistía a cicatrizar.

Posó su brazo cálido sobre mi hombro

Mientras dejaba en mi cuello erizado

El vaho somnoliento de siglos.

La saliva agridulce de su  mórbida oferta

Recorría mis laberintos

Y caía en la poza de mi ombligo

Convertida ya en miel

Y así me ilusionó, hablándome  

De sus favores.

Me dijo que su apellido era “Justicia”

Pues todo lo que hacía por la gente

Lo hacía para equilibrar las penas

“Me encanta cobrar las facturas

que se tornan impagables.”

Me espetó insaciable.

Dime, qué quieres que haga por ti?

 

Soy el  atributo divino

 que nutre La sangre de los dioses,

 me dijo ufana

Me contó que su madre murió un domingo

Mientras  inerte daba a luz

A un varón a quien llamaron

“Escepticismo”

Dijo que era el hijo del olvido

 Flagelo de no creer en nada.

Esperanza trunca de los eternos

Desconsolados,

Fe moribunda del que no tiene dolientes.

Y mortecina apetecida de los cuervos.

Pero, cuidado…

Una vez que me tomes en tus brazos_ me advirtió

Quedaré en ti marcada

cual tatuaje indeleble.

Doy placer indescifrable,

Acelero el flujo de las venas

Pero en lugar de poseerme a mi

yo te poseeré a ti…