la negra rodriguez

QUISIERA DECIRTE LO QUE SIENTO

Para decirme lo que eres para mi,

le encargué a las musas las mejores palabras

pero ellas se sumergen  en tus dones

y se quedan extasiadas y no hablan.

 Por eso solo se me ocurre

abrirte mi corazón que te ama tanto

y dejar que de él escapen amorosos

mis  sentimientos de madre y que te digan:

Que le agradezco a Dios todos los días de mi vida

por  el milagro de tenerte y la alegría

que me produce tu sonrisa

y de ver cómo te multiplicas

en familia, sentimientos y virtudes.

¿Sabes las sensaciones  que en mi produces?

La calidez de un eterno abrazo,

la satisfacción  de sentirte como el muro

donde me apoyo cuando me siento cansada

cuando me siento vencida.

Porque siempre estás extendiéndome la mano

y evitándome las caídas

y haciendo tuyos mis conflictos.

A veces siento  que eres como un hermano mayor

que me regaña  que me llama al orden

pero me proteges y aunque no me abraces

me llevas a tu pecho y acaricias mis sienes.

Cuando iluminas mi vida con tu sonrisa

me colocas en un jardín florido.

Cuando cantas con tu voz de cascada,

con tu voz de trinar universal de pájaros encantados;

con tu voz de viento ondeando en mi alegría

y dejando en el aire el eco melodioso

los truenos se retiran

porque no pueden competir con tu armonía.

Eduardo, fuiste al nacer el primer gran regalo

que me dio la vida;

y hoy que eres  ya un hombre

eres tù quien me regala

La felicidad de tu familia felizmente unida.

Te quiero como hijo, como hermano

y como el ser maravilloso que eres

y que proyectas tus pasos a la felicidad construida.

 


Me gasto todas  las palabras y no alcanzan para descifrar mis sentimientos, que se comprimen en un: ¡Te amo!