marco augusto

niños desaseados carentes del pan del afecto

Niños que van y vienen

por calles frías y  desiertas,

en sus ojos no hay espíritu

sólo se ven tristezas,

niños de nuestras calles

que no conocen el pan del amor,

ni saben que es la fe

ni van a la iglesia,

su escuela es la calle

y su trabajo la indigencia,

su religión es básica

un pote de pega

para ahogar su soledad y tristezas,

el hambre los acosa

como castigo eterno

por haber nacido sin derechos,

no juegan, no pasean

ni se sientan en una mesa,

sólo deambulan por calles desiertas

de ojos sin vista

pues a nadie les interesa,

será que al gobierno no les importa

los niños desaseados

porque no pagan impuestos,

cuando se terminara tanta apatía

hacia los niños de mi patria

que mueren cada noche de frío

el dolor se lo calma la droga,

niños abandonados de amor y comida

de mi adinerada patria,

cuando partirá de este cruel mundo

tanta indolencia.