Miguel Eduarte

Mis dos palomas

 

Dulces y suaves mis manos descubrieron

los broches gloriosos posados en tu pecho

que visten tu alma desnuda ante  mis ojos,

cuando tus dos palomillas sintieron mi afecto

 

Los amo, los quiero, tiernamente perfectos

tus lindas colinas que adornan tu cuerpo,

me saben a gloria y me llevan al cielo

cuándo ellos descansan dormidos en mi copa.

 

Los arrullo y los mimo

como dos niños pequeños

que esperan ocultos mis hondos anhelos

y a ellos me entrego un poco travieso

 

Esponjosos y ligeros llevan tu aroma

se calcan los botones rojos

por encima de tu ropa

despertando la avaricia de tenerlos en mi boca

 

Trátalos bien en mi nombre

y dales mil caricias de rosas

mientras aquí yo los espero para darles

la alabanza a tus bellas palomas.

 

Miguel Eduarte