Cómo no sentir dolor en el alma si como la noche cae cada día,
cómo dejar de bañarlo de estrellas resplandecientes ante el recuerdo de ti.
Cómo el segundo eterno, la ingravidez del sentimiento puede transformarse de lo bello a lo horrendo, de lo mayúsculo a lo llano…
En qué momento la vida se convierte en sueño y el sueño torna en pesadilla…
Cómo sacarte de mi si en mi respiras, cómo olvidar tu gesto, tu mirada, tu aliento si al mirarme vives.
Días de felicidad recuerdo, días de sonrisas sin reflejo anhelo y días de tranquilo respirar añoro cada segundo.
La sonrisa furtiva me visita a modo de guiño pero qué tiene que pasar para que de nuevo en mi se aloje y plazca tranquila…
En qué momento olvidará que, sin ti, sola campaba y dejará de luchar por encontrarte cada segundo, cuando abandonará los lazos que a la tuya la unen para sobrevivir.
Ya casi te he olvidado, sólo te recuerdo al exhalar..
Cuando de mi sale lo respirado y noto el vacío, cuando el aire que un día compartimos con el gélido frío me muestra el humo que queda y sin remedio se evapora.
Ya casi te he olvidado, sólo te recuerdo al inhalar…
Sólo en ese preciso instante en que te busco para respirarte, en el que mis ojos se cobijan el la oscuridad del párpado cerrado e intentan que mis sentidos recuerden el sentido…
Sólo te recuerdo al exhalar…al inhalar…en todos los demás momentos… ya casi te he olvidado.