Dulce condena

Mi Pequeña Gran Enemiga

Un halito de esperanza tú a mi me das,

Gran enemiga de enorme potencial,

Por haber sido dueña del amor de mi vida hace tiempo atrás.

Más hoy rabia en tu mirada me demuestras al posar,

tus verdes ojos en mí mirar.

 

Indignación, preocupación, duda y reclamación

 se asoman por el balcón de tus ojos.

Sin embargo la desesperación la llevo hoy,

Al no poder comprobar y vagamente pensar

Que no te pudo amar y que a mí un día volverá.

Un hilo de esperanza siento al observar tu duro

Comportamiento al pasar por tu mirar.

 

Sin saber me dejas la duda, sin saber me haces pensar,

Sin saber alegría me da, al querer confirmar que su amor

Por ti no fue más que un intento de olvidar a su verdadero amor,

que creyó un error, haber querido amar a otra sabiendo,

que su corazón me pertenece desde el amanecer hasta

el dulce olor del anochecer.

Por eso mi Pequeña Gran Enemiga,

Te agradezco, al dejarme vislumbrar que

Tu sin saber una esperanza a mi me das.