Alfonso el loco

Rosas sin espinas.

Cuán amarga la razón,

  que sincero el corazón,

la balanza en equilibrio

con pétalos de otra flor.  

Paseo del juego de palabras de mis pies.

De la charla elocuente,

la danza de vocablos

con más lírica que titubeo.

Las palabras del camino,

un hallazgo a mi manera,

de la rosa sin espinas,

de ver sólo primaveras.

Son palabras que acorazan

corazones ya escondidos.

Pero tú...

Sin la flora ni la fauna

que te dio mi corazón,

la naturaleza de tus labios

no sabe resucitar.

Sigues viviendo en el otoño,

mientras tú ves florecer

las rosaleda sin espinas,

mi jardín en primavera.


Rosas sin espinas crecen cada momento.