Manuel Palacios

Paseo por el Orinoco.

 

Paseando por el malecón,

repirando la brisa del Orinoco,

ha sido de inspiración,

que describen los poetas

y pescadores de morocoto.

 

El " Rïo de las tiete estrellas"

así lo dijo Andres Eloy,

el que dejó imborrable huella,

que recordamo con honor.

 

Este magestuoso padre,

visitado por el Libertador,

no existe a quién no le agrade,

su sueve y sobrio frescor.

 

A sus orillas" La Cruz del Perdón "

donde acuden los guayaneses

a recibir la sagrada bendición,

que a su religión obedece.

 

Sobre sus onduladas aguas,

pasan apuradas espeumas,

que dibujan finas figuras,

al paso de una curiara.

 

Su centro " la piedra del medio"

que divide la mitad

que con un lazo sobrío,

nos une a Soledad.

 

En sus aguas " el degrero"

isla de importancia sin igual,

con historias que contar

al paso del " Negrero".

 

Un monumental gigante,

nos da prosperidad,

un grande y soberbio puente

que nos produce la hermandad.

 

 

Por : Manuel Palacios