Loelito

Todo sigue igual.

Me levanto y veo a la ventana, el día parece igual, la vieja de al frente

regando matas en su ventana y mi vecina fumandose la vida, mientras todos nos ahogamos en su maldita nicotina.

El sol esta de playa y el frio tan fuerte como el, los niños juegan a los soldados y los adultos a desconocer.

Que pasa que los días no cambian, los niños a los 12 quieren sexo y las niñas silicon en las tetas,

fiestas donde sirven drogas en ves de canapés y embarazos a temprana edad, aquí se dice que la culpa no es de los distraídos padres, si no de la absorbente sociedad.

Me levanto y veo tantas cosas, que envidio al invidente que a pesar de todo se imagina el mundo distinto, este mudo de cosas buenas y oportunidades, esta desintegrando al hombre y transformando al niño, las calles ya no son las mismas como los amores tampoco lo son.

La constante melancolía y la acostumbrada traición.

La ambición de poder que anda más rápido que un mono plaza de formula uno.

Las cenizas de mi vecina que caen en mi ventana cuando desayuno.

Lo veo igual, tal ves noto el cambio hablando con la gente, averiguando como se levantaron y como se sienten, que para ellos el cambio se nota en la economía mundial, donde el dinero esta primero y de ultimo la sociedad.

El sol tampoco cambia cada día es el mismo, unas veces suaves, otras fuertes, pero siempre el mismo.

El ser humano en cambio en su lucha constante de ser más fuerte, se enamora del interés y sus ambiciones dejando de un lado a su gente.

Me levanto y todo sigue igual.