Jose Luis Santiago

LA MUERTE, LA PARTIDA

De paso todos estamos

caminando por la vida

y andando observamos

que la muerte, la evidente partida

a todos nos llega, advertida o inadvertida

 

cuando un ser querido nos abandona

desconsolados lloramos amargamente

y en la vida la muerte nos aprisiona

con recuerdos que se instalan en la mente

y ausentes rechazamos la luz presente

 

los lamentos son un cementerio

la melancolía es una losa

y la tristeza es el cautiverio

del corazón, su sepulcro, su fosa

que de la alegría de vivir te desposa

 

no volverá el pasado

por mucho que uno llore

ni están los allegados

en tumbas, aunque allí les implores

y les des los mas sinceros honores

 

eterna es el alma

y el cuerpo es perecedero

y la verdad nos libera, nos calma

acercándonos a lo imperecedero

la luz del único Dios verdadero

 

hay muchos que viven muertos

cegados por efímeras relaciones

y la fe la ponen en lo incierto

con sus absurdas proposiciones

que no son mas que oscuras convicciones

 

¿ acaso es el cuerpo mas que la vida?

¿ acaso hay vida en el amargo lamento?

si tu fe a la muerte esta prendida

aunque vivas, la muerte es tu sustento

y muerto, a la verdad no estas atento

 

quien verdaderamente ama

ve en la muerte la partida

y alegremente derrama

luz y armonía, perfecta y sentida

viendo que el alma es la señal de la vida

 

un cementerio no es un campo santo

¿ acaso el santo te tumba y te espanta?

al contrario, te alumbra, te aguanta

y de la tumba del insensato llanto

te aparta, y a la eternidad te levanta

con el trascendental canto

de los nombres de Dios que santos

te estremecen con un profundo llanto

que divinamente, te cuida y te amamanta