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Como duele del mundo la desidia,
es un dolor que nos mata poco a poco
es ese mirarnos a la cara mutuamente,
y no ver al hermano entre nosotros.
Es ese frío tan materialista
que al ser humano lo tiene envenenado,
y lo aleja día a día de las cosas
que no se debieran haber abandonado.
En ese proceder hoy vive el hombre, sumergido,
ambicionando el poder, que da el dinero,
sin importarle ni un poquito el proceder,
pisotea con descaro y desapego.
Ay!!! que ya las cosas del querer,
se nos vienen convirtiendo en apatía,
tu te compras esto y yo aquello,
sin preguntarnos como está tu fe y la mía.
Hasta cuando seguiremos soportando,
el desamor, la falta de respeto por la vida,
“personas,” que le pasa a nuestro corazón?
por Dios, despertemos ya
de tremenda cobardía.!
Autora Alicia Almeida*Diluz