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Tu AMOR en mi AMOR, fue TRISTEZA y DOLOR

Tu AMOR en mi AMOR, fue TRISTEZA y DOLOR:

 


Ojeando aquel álbum de fotos en blanco y negro, que encontré abandonado en el ático dentro de un viejo baúl, no sabes cuantos recuerdos inmediatamente trajeron aquellos pasajes de una vida consentida de besos y abrazos, que por un instante de nostalgia presentí formárseme un nudo en la garganta que comenzó a ahogarme lentamente, nublándoseme toda la vista sin poderlo evitar, mientras un sollozo aun mas grande que otro anterior por la desesperación de volverte a ver, notando esta vez mi presencia frente a ti, para abrazarte fuertemente contra mi pecho, motivó finalmente que fluyeran esas lágrimas retenidas del alma, que corrieron libres por mi entristecido rostro, escapando por mis manos entre los dedos, cayendo sobre tantos recuerdos queridos, que jamás volverán a ser una hermosa realidad, besando tus anhelados labios de rosa y acariciando suavemente tu frondoso cabello de oro libre al viento...,

 

Ojeando aquel álbum de fotos en blanco y negro, viví momentos gratos por espejismos divinos, como si estuvieras presente, que solo experimenta un corazón si está sumido en soledad aprendida, cuando el pleno silencio de olvido motiva detalles con ansias de seguir latiendo fuerte, por revivir sueños del ayer, aunque se esté abandonado en tinieblas de noches que parecen que nunca terminan, por no tener ninguna orientación de volver amar, con un beso sincero y una sentida flor, rosando al menos, tus más íntimos pensamientos tomando tus manos entre las mías, hasta permitir llevarlas hasta mi pecho, mirándote fijamente tus bellos y llamativos ojos glaucos, que igualmente tanto besé, con marcado amor del bueno, el mismo que hoy tratas de olvidar, el haberlo conocido con besos muy míos...,

 

Ojeando aquel álbum de fotos en blanco y negro, cuando emprendí el camino del eternor dolor, por un fracaso y una desilusión intentando hacer un nuevo camino sin decepción al andar en busca de un destino distinto al tuyo y sin volver la vista, sentí el crujir bajo mis pies, de otras lágrimas por otros amores que antes habían caído y que aun agonizaban de penas, atrás de esa puerta en blanco al cerrarla quedaba lo más amado y querido de ver con una sonrisa de perlas, cada amanecer al despertar abriéndole los brazos a la pasión esperada durante tantos años juntos, sin tener ahora como una verdad escrita el Sol posesionado siempre a la espalda haciéndome sombra, para la próxima caída en que pueda de una buena vez, yacer, por mi corazón herido.    
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Sergio Yglesias García
Caracas, 07042011 10:00 PM.