Luces hermosa,
cuando la luna estalla en tu fragancia
y acarician tu desnudez plateados rayos
junto a mis manos ansiosas y morenas.
Luces hermosa, irresistiblemente hermosa
cuando tus ojos se posan en los míos
y siento los temblores de tu cuerpo que me llama.
Luces hermosa cuando estás tan cerca
que percibo los calores de tus pechos
y el aliento que clama por un beso.
Juntos estamos, desde tu naciente primavera,
con los aromas de tierras tan lejanas,
juntos desde mi otoño que torna a ocres vientos
y a neblinas estancadas en la noche.
Luces hermosa cuando las estrellas se hacen eco
en tu sonrisa;
entonces caminamos, caminamos los senderos
que palpitan ciegos, estrechamente juntos,
por la geografía de los besos
y el aletear de palomas con gemidos.
Luces esplendorosamente hermosa
cuando a mí te entregas y resuenan campanas cristalinas
y se liberan las celestes mariposas
en el grisáceo pestañeo de penumbras,
allí donde convergen manantiales,
allí donde tu tibieza se hace mía
y te entrego mi ardor humedecido.
Luces tierna, dulcemente hermosa
cuando adormeces recostada entre mis brazos
y va pariendo el sol un nuevo día
iluminado del amor y su renuevo.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.