Henyer

Que no derramen ni una lágrima sus ojos

 

Que no derramen ni una lágrima sus ojos

Ni siquiera por simular el movimiento del mar al correr

O que decidan ser como la lluvia que bajase en su rostro

Y yo ser como el viento, así no las veo caer…

 

Que se detengan esos ríos de tristeza aún sin fondo;

Que sus aguas son las mismas que rodaron como ayer

Y si no evito que sus lágrimas caigan de sus ojos

Entonces seré como ellas, y caeré sólo caeré.