Alejandro José Diaz Valero

Cuestiones estudiantiles (8)

Equivocación Docente

Maestra, tengo una necesidad

que es más fuerte que yo

de decirle que no es la letra “a”

sino que es la letra “o”.

 

Esa inusual equivocación

es menester que se corrija

para que así todo el salón

confíe en lo que usted le diga.

 

Disculpe usted mi atrevimiento

que quiera su clase corregir;

siento que es propicio el momento

 para que usted pueda proseguir.

 

El alumno de pensamiento inquieto

guardó silencio al hacer su exposición

esperando la respuesta del maestro

a ver si le daba aprobación.

 

el silencio se hizo extenso

podría decirse que casi sepulcral;

en eso sonó el timbre del receso

y todos salieron a jugar.

 

 

 

Apenas empezó la clase

la maestra en un acto justo

quiso corregir aquel impase

aprovechando que estaban todos juntos

 

Mi alumno tiene razón:

me confundí al hacer el planteamiento

Por eso agradezco la intervención

y voy a corregir sin miramientos.

 

Maestros como los de este relato

parecen ser menos cada día

que asumen sus errores en el acto

con sencillez, humildad, y valentía.

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