marco carvacho

sombra

La sombra de mi pieza no se corta las uñas. Se las come.

La sombra de mi pieza no tiene nombre pero se viste con ropajes de invierno.

La sombra de mi pieza trata (infructuosamente) de robarle algo de calor al muro frío.

Hace tiempo que me visita. Es adicta a la luz que la descubre pero no la toca.

La sombra de mi pieza baila para aprender a sentir, pues quiere ser el reflejo de una dimensión sin tiempo.

La sombra adivina que pestañear es solo un día nublado y que la lluvia son lágrimas del tiempo

La sombra de mi pieza me susurró al oído que le mandara saludos a la sombra de tu pieza