Carlos R. Barrera

Un adios...

Noche milagrosa cuando te conocí,

el cielo presumía su perfección,

la fresca brisa acariciaba tu rostro,

afirmando la llegada del estío,

 el travieso viento con tu cabello jugaba,

mientras tu... Elegante y bella

hacia mi caminabas...

 

Mi corazón palpitante...

por un momento se detuvo ,

al mirar los bellos luceros de tus ojos,

que opacaron a la luna enamorada,

que en aquella noche, tu belleza resaltaba.

Te acercaste a mi y sin decir nada,

me atrapaste con tan solo una mirada,

y una hermosa sonrisa reflejaste,

al mirarme estático frente a ti.

 

Aquella noche por vez primera hablamos

y tu alegre me escuchabas 

y yo contento te miraba...

Escuchamos los sueños de uno y otro,

sin imaginar que seriamos parte 

de tan solo uno de ellos...

El ser amantes siempre,

y no olvidarnos nunca,

de la luna enamorada,

que acompaño tristezas

tormentos y alegrías,

siempre fiel y apasionada,

como tu... La dueña de mi almohada...

 

Han pasado muchas primaveras,

y de nuestro amor los frutos crecieron,

dando uno así, dos hermosas flores,

que alegrías trajeron a este otoño,

sombrío y triste que aún compartimos.

Nuestro hermoso botón de primavera,

en linda flor ya se ha convertido...

 

Hoy... Fragancia y alegría,

no deseo oopacar...

 

El lucero de tus ojos,

ya no puede hablar mas,

por eso, mi Flor y Primavera,

con mis errores daño no are mas,

y de mi... Volverán a oír jamas...

 

      Carlos R. Barrera