Andrés Mª

EN MI BARCA YA NO HAY VELA

Mis ojos miran al río

y navegan en silencio,

en la barca de mi vida,

en la proa de mis sueños.

Se dirigen hacia el mar,

que los recibe en su lecho,

como la amada al amado

en un abrazo secreto.

Dulce himeneo el que sienten

mis ojos, mis pensamientos,

que se funden con el mar

abrazados al deseo.

Así se inicia el poema,

que te escribo en mi cuaderno,

con el mar y el río al fondo,

mi corazón, mis recuerdos…

Y mis manos temblorosas

escriben verso tras verso.

Y mis palabras son mudas…

tan sólo emiten los ecos

de las caricias ausentes,

que te escribo con mis dedos.

Y mis labios se estremecen

sin el rito de los besos,

de esa liturgia que es vida

y que los dos ejercemos.

En mi barca ya no hay vela,

donde se acunen los vientos.

La he convertido en las sábanas

donde se enrede el silencio

de caricias en caricias…

de mis besos en tus besos.