zhely

Hace un mes.

Hace un mes me encontraba entre arco-iris multicolores, hoy estoy entre lágrimas y borradores.

Nuestro pestañeo no duró más allá de una luna, hoy te recuerdo, en la memoria quedó marcado que uno más uno era dos, hoy sólo saboreo la tímida esencia de nunca haber llegado ni al punto inicial del amor.

Volteo al espejo de los días y no me reconozco, y no te veo. Parada sobre la nada me encuentro, no hay camino que seguir ni destino para resurgir. Cada lágrima borró los pasos que llevaban a la salida, no hay voces que llamen ni silencios que imaginen.

La mirada te busca y no te encuentra, ¿será que estás del otro lado de la pared? Tibio cristal obscuro que transforma los sentimientos, quiero tomar tu mano y no puedo, los sueños no son tal altos como estos muros de dolor y desconsuelo. Y tú del otro lado, tal vez frente a mí intentando entender, tal vez es tu espalda la que saluda a mi mirada después de nombrar a tus labios hermanos del adiós.

No se si el pasar de los días nos ha traído hasta una luna nueva o luna llena. Toco a la puerta, ¿será que abras, que asomes por la rejilla una esperanza? ¿qué haces del otro lado? ¿será que aún piensas en mí? Lo siento, no logro escuchar el murmullo de tus movimientos, ¿a caso los ocultas para mí?

Hice choza en la puerta, en la ventana, en el pasillo y tu aroma no aparecía con el ruido del viento, ¿es verdad que este es el final?

¿Dónde estoy?, no siento ni frío ni calor, a esto le llaman nada, soy nada para tus sentidos cuando era todo con tu respiro. He formado parte del olvido de tus versos, estos que me cobijan entre musas que no nacerán, palabras que nunca saldrán, mi cuerpo inexistente se disuelve entre la bruma de la nostalgia de aquellas historias que no serán contadas.

Y el espacio desparece, un último brillo de luz se pierde entre lo oscuro, de nuevo nada, por siempre ausente, pensamiento efímero de la muerte.