Xavier De Las Casas

CIUDAD DESÊRTICA

Llegó el frío nostálgico del norte,

 

Escalando ágilmente las murallas de mi tristeza,

 

Y La soledad irrumpió,

 

Por las ventanas de mi garganta,

 

Con aquel ritmo incesante,

 

Que devora alientos con sus espejismos,

 

Ni siquiera me es permitido,

 

Hoy,

 

Pronunciar eco alguno,

 

Que puede ser el alivio,

 

A esta vieja canción,

 

Desmoronada de la trompeta solitaria,

 

De la que salió mi despedida,

 

El día que llegó,

 

El frio nostálgico del norte,

 

Y Vi el primer cadáver De la guerra,