Andrés Mª

BLANQUEANDO AL SOL

Ya no me lloran los cielos,

ni me rezan sus plegarias.

Ya nada es gris, no hay desiertos,

que entristezcan a mi alma.

Son oasis de pureza

-primavera adelantada-

que en los árboles y campos,

va dibujando con magia

el sabor de los colores,

como un canto a la esperanza.

Ya no estoy sólo ni ausente…

el presente me acompaña.

He subido la maleta

del pasado en una barca,

que va hacia el mar, mar adentro,

para hundirse en sus aguas.

He salvado pocas cosas

de esa maleta que es náufraga,

buenos recuerdos, vivencias,

experiencias y enseñanzas.

Y desnudo del pasado

me siento cerca del agua

de este río, que es mi río,

para lavar mis entrañas

y extenderlas hacia el sol

para que borre sus manchas.

No tengas miedo, mi amiga,

que ya he lavado mi alma.

Si tú quieres… te la doy,

cubierta por una sábana,

que cobije este momento…

besos, caricias, miradas…