ARS VIVIENDI

Jorge Guillén

 Poema siguiente




Presentes sucesiones de difuntos

QUEVEDO

Pasa el tiempo y suspiro porque paso,
aunque yo quede en mí, que sabe y cuenta,
y no con el reloj, su marcha lenta
-nunca es la mía- bajo el cielo raso.

Calculo, sé, suspiro -no soy caso
de excepción- y a esta altura, los setenta,
mi afán del día no se desalienta,
a pesar de ser frágil lo que amaso.

Ay, Dios mío, me sé mortal de veras.
Pero mortalidad no es el instante
que al fin me privará de mi corriente.

Estas horas no son las postrimeras,
y mientras haya vida por delante,
serás mis sucesiones de viviente.

Ver métrica Poema siguiente 

 Volver a Jorge Guillén
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos