Ernesto Cardenal

Ernesto Cardenal es un poeta nacido en Nicaragua el 20 de enero de 1925. Desde niño se sintió atraído por las letras y quiso buscar una forma de cambiar el mundo. Se lo conoce por sus ideas políticas marxistas y su defensa de la teología como única salida a los males que aquejan hoy al mundo.
A causa de sus principios fue despreciado en más de una ocasión por los líderes de la iglesia católica; sus planteos dejan en evidencia que esta institución no se parece en nada a la fundada por Cristo. Para Cardenal, entre el Cristianismo y el Marxismo no hay diferencia, son dos formas que engloban la misma manera en la que deben vivir los seres humanos. Dice que ninguna de estas ideologías se ha llevado a la práctica y que una revolución (pacífica o no) sería la única solución posible para arreglar el mundo imponiendo ideas más comunitarias, donde el bien común fuera el objetivo fundamental de toda acción.
En 1965 fundó una comunidad cristiana en una de las islas de Solentiname, y publicó su obra "El evangelio en Solentiname". Juan Pablo II lo amonestó públicamente por propagar una doctrina contraria a las ideas de la iglesia.
En varias ocasiones ha estado entre los nominados al Premio Nobel de literatura; en 2009 fue condecorado con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en Chile y a principios del 2012, con el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

Poemas de Ernesto Cardenal

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Ernesto Cardenal:

Al perderte yo a ti

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

Amanecer

Ya están cantando los gallos.
Ya ha cantado tu gallo comadre Natalia
ya ha cantado el tuyo compadre Justo.
Levántense de sus tapescos, de tus petates.
Me parece que oigo los congos despiertos in la otra costa.
Podemos ya soplar un tizón - Botar la bacinilla.
Traigan un candil para vernos las caras.
Latió un perro en un rancho
y respondió el de otro rancho.
Será hora de encender el fogón comadre Juana.
La oscurana es más oscura pero porque viene el día.
Levántate Chico, levántate Pancho.
Hay un potro que montar,
hay que canaleatar un bote.
Los sueños nos tenían separados, en tijeras
tapescos y petates (caeda uno en su sueño)
pero el despertar nos reúne.
La noche ya se aleja seguida de sus seguas y cadejos.
Vamos a ver el agua muy azul: ahorita no la vemos.
- Y esta tierra con sus frutales, que tampoco vemos.
Levántate Pancho Nigaragua, cogé el machete
hay mucha yerba mala que cortar
cogé el machete y la guitarra.
Hubo una lechuza a medianoche y un tecolote a la una.
Luna no tuvo la noche ni lucero ninguno.
Bramaban tigres en esta isla y contestaban los de la costa.
Ya se ha ido el pocoyo que dice: Jodido, Jodido.
Después el zanate clarinero cantará en la palmera,
cantará: Compañero
Compañera.
Delante de la luz va la sombra volando como un vampiro.
Levántate vos, y vos, y vos.
(Ya están cantando los gallos.)
¡Buenos días les dé Dios!

Escucha mis palabras oh Señor (Salmo 5)

Escucha mis palabras oh Señor
                                                            Oye mis gemidos
Escucha mi protesta
Porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia la propaganda
ni estás en sociedad con el gángster.

No existe sinceridad en sus discursos
ni en sus declaraciones de prensa

Hablan de paz en sus discursos
mientras aumentan su producción de guerra

Hablan de paz en las Conferencias de Paz
y en secreto se preparan para la guerra

                              Sus radios mentirosos rugen toda la noche

Sus escritorios están llenos de planes criminales
                                                                      y expedientes siniestros
Pero tú me salvarás de sus planes

Hablan con la boca de las ametralladoras
sus lenguas relucientes
                                            son las bayonetas...
Castígalos oh Dios
                                    malogra su política
confunde sus memorándums
                                                      impide sus programas

A la hora de la Sirena de Alarma
tú estarás conmigo
tú serás mi refugio el día de la Bomba

Al que no cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus campañas publicitarias, ni en sus campañas políticas
                                                                      tú lo bendices
lo rodeas con tu amor
                                        como con tanques blindados.

El Oficio Nocturno

2 AM. Es la hora del Oficio Nocturno, y la iglesia
en penumbra parece que está llena de demonios.
Esta es la hora de las tinieblas y de las fiestas.
La hora de mis parrandas. Y regresa mi pasado.
'Y mi pecado está siempre delante de mí'

Y mientras recitamos los salmos, mis recuerdos
interfieren el rezo como radios y como roconolas.
Vuelven viejas escenas de cine, pesadillas, horas
solas en hoteles, bailes, viajes, besos, bares.
Y surgen rostros olvidados. Cosas siniestras.
Somoza asesinado sale de su mausoleo. (Con
Sehón, rey de lo amorreos, y Org, rey de Basán).
Las luces del 'Copacabana' rielando en el agua negra
del malecón, que mana de las cloacas de Managua.
Conversaciones absurdas de noches de borrachera
que se repiten y se repiten como un disco rayado.
Y los gritos de las ruletas, y las roconolas.
'Y mi pecado está siempre delante de mí'

Es la hora en que brillan las luces de los burdeles
y las cantinas. La casa de Caifás está llena de gente.
Las luces del palacio de Somoza están prendidas.
Es la hora en que se reúnen los Consejos de Guerra
y los técnicos en torturas bajan a las prisiones.
La hora de los policías secretos y de los espías,
cuando los ladrones y los adúlteros rondan las casas
y se ocultan los cadáveres. Un bulto cae al agua.
Es la hora en que los moribundos entran en agonía
La hora del sudor en el huerto, y de las tentaciones.
Afuera los primeros pájaros cantan tristes,
llamando al sol. Es la hora de las tinieblas.
Y la iglesia está helada, como llena de demonios,
mientras seguimos en la noche recitando los salmos.

Anoche soñé con un coito...

Anoche soñé con un coito, un sueño realista, hiperrealista.
                    Me martirizás con la carne
                                        para que te quiera más
                                        mas no carnalmente.

Tiempo, yo te odio...

Tiempo, yo te odio. Aunque sin ti no existiera.
Y por tu pasar moriré aunque por tu pasar nací.
Como San Francisco de Borja yo quiero ahora
amar a alguien a quien no toque el tiempo
y que alquilemos un cuarto donde la noche no pase
ni se apaguen uno a uno los anuncios de neón.