Eleazar Rivera

Poemas de Eleazar Rivera

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Eleazar Rivera:

Los espejos

Los espejos

vomitan utopías



Las lágrimas

caminan

con imágenes en la espalda



Las sombras

buscan el reflejo

de las imágenes

que habitan los espejos



La patria de los robles

Esta es la patria de los robles

aquí olvidaron

su guitarra

los grillos

y en ellas

nacieron ciudades

y memorias



Esta ciudad es grande

los muros que la protegen

están construidos

de huesos

y sombreros



Aquí no hay sol

y llueven piedras

cuando alguien quiere verlo



La noche se prolonga

y sus racimos

se pudren

en nuestras vidas



El recuerdo hiede

y nos carcome



Los pájaros mueren

antes de levantarse de las cenizas



Un río corre a unos metros

y en sus cristales

las figuras se detienen

beben estío

y regresan a sus sombras



Una antorcha

se enciende bajo la lluvia

y un rayo muere

en el mismo instante

que los centauros brindan

por el frío de los robles

El poema

Las palabras

hablan

de ideas sin cuerpo



Tejo

y destejo

en tus ojos

mi mirada



Abro

los decires del lápiz

y siembro

mi pensamiento en la nada

Parto

La luna

encela al pájaro

que duerme

en la idea del poeta



El no conoce pájaros

sino muchas lunas

en que el sueño se evapora

y los fantasmas no aparecen



La idea pierde su cuerpo

el poeta

otra luna

y la luna

gana tiempo

La desmemoria

Hace siglos vine de la infancia

encontré dragones

y vasijas llenas de rostros ausentes



En las ascuas de mi memoria

las montañas rugen



El viento golpea

Nada nos recuerda



Sonámbulos caminamos

y el dolor no nos duele



Todos siguen la voz

de mi abuelo

mientras bailan

un tango de polvo

La noche

La noche ladra a los perros

que cruzan la calle



Bajo un almendro

una sirena se detiene

a cantar sus exilios



Es tarde

y nada puede impedir

que los espejos se quiebren

cada vez

que un niño sueña



Mi mano se inunda

de verbos mudos

soles marchitos

e historias en ceniza



A nadie le importan mis heridas

mis padres cayeron

y en sus huesos

descansan mis espejismos