Soneto del domingo

Eduardo Langagne

 Poema siguiente



Llega el domingo con su magia absorta, me habían contado ya de su llegada, del fatídico tedio de la nada, del derroche del mundo que lo aborta. No hay voces que resuenen en la corta humedad que se expresa desolada, no hay palabra que venga estimulada por la sangre que ahoga en esta aorta. Mi alma no ilumina, estalla muerta. No supo cómo afrontaría este reto: el corazón que juega nunca acierta, este domingo permanece quieto con su ironía de sol tras de la puerta. Ya voy a terminar este soneto.

Ver métrica Poema siguiente 

 Volver a Eduardo Langagne
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos