Aunque los estudiantes se quejen con frecuencia de la gran cantidad de contenidos que deben aprender en poco tiempo, en especial cuando deben rendir exámenes parciales y/o finales, es beneficioso acumular conocimientos y no reemplazarlos a medida que uno va instruyéndose.
Por ese motivo, así como hace unos días explicamos en qué consisten las funciones sintácticas, hoy vamos a hacer referencia a la función gramatical, un concepto a partir del cual podremos hacer un repaso de muchos de los términos que ya hemos mencionado en los diversos talleres de Poemas del Alma.
Como ya hemos tenido oportunidad de comprobar, en el ámbito lingüístico una función es un rol o servicio ejercido por un determinado vocablo o frase en una oración. En el plano gramatical, puede decirse que estas funciones actúan como desencadenante de una gran cantidad de relaciones ya que, por ejemplo, un sustantivo puede ser núcleo del sujeto y, a su vez, modificar a otro tipo de palabras.
Desde la perspectiva del funcionalismo lingüístico, las oraciones poseen una serie de componentes funcionales cuya finalidad varía de acuerdo a las características del elemento en cuestión.
Entre estas unidades que conforman a una oración podemos citar al núcleo, al sujeto, a los objetos directo e indirecto, al complemento de régimen verbal y a los constituyentes predicativos, adjuntos y disjuntos.
Según se desprende del análisis llevado a cabo por el lingüista francés André Martinet, quien utiliza la noción de función gramatical para hacer referencia a las relaciones sintácticas variables que se establecen entre la clase nominal y la verbal (en especial en aquellas donde el núcleo es el verbo y el determinante, el nombre), este concepto que hemos abordado hoy y el de relación sintáctica, son equivalentes.
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