Abrí la puerta y te encontré parada, con un ramo de accidentes entre las manos. Pasaste. Colgaste tu soledad aturdida en el perchero y te pusiste mi espera que era de tu talla. Tus botas, embarradas de poesía, mancharon la alfombra, las baldosas y mi pecho.
- Autor: Caramelo de Ricina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2016 a las 12:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
- Usuario favorito de este poema: El Silente Vagabundo.
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