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Aquí, tranquila observando la noche taciturna,

Y escuchando el tintinear del viento

Mientras que a lo lejos se ve la calle humedecida

Por el frío rocío de la oscuridad.

Salgo y paseo la solitaria calle de mi ciudad

Tratando de pensar en algo que me distraiga

Queriendo que mi alma se abra

y grite alguna frases o palabra.

Pero aun sigue mi mente en blanco,

Sin ni siquiera escribir un verso frágil

Pero en ese momento ni el titilar de

Las estrellas me logran inspirar.

Sin embargo, mientras voy marchando

Voy imaginando cosas tontas

Y recordando momentos vividos en

Aquel lugar y aquellas calles.

*Una noche sin pensamientos

Una noche sin crear un verso.*

Pero después recapacité,

esa era la noche de memorias

Y de una escapada a caminar

Bajo el infinito cielo estrellado.

Llego de nuevo a casa, tomo un lápiz y un papel

me concentro y no escribo nada

Solo me quedo mirando mi mano

Sosteniendo aquel lápiz y aquel papel.

Hago café, coloco música suave

Y me siento otra vez,

Miro la hoja en blanco

E imagino e imagino otra vez.

Una noche sin pensamientos.

Me asomo una vez más a la puerta

Y busco inspiración en el cielo

Pero mi mente esta bloqueada

No logro concentrarme.

En el edén de mi mente

Sentí un gran quiebre de paz

Porque experimente sin querer

Un desdén de intranquilidad.

Paso y respiro, cierro los ojos

Y trato de pensar, y suspiro

Pero después pienso

Que a la mente no se le debe forzar.

La inspiración llega en el momento menos

Esperado y por la razón menos esperada

Solo hay que saber esperar.

Abrir bien la mente y el alma

Y allí se posara la musa.

** Damarys Rodriguez **