EL CANTANTE

EL MANU

Es la vida, de un cantante muy famoso
que de paso este era joven y bien mozo
y tenía una poderosa voz de maravillas
que vivía muy solo en una de sus villas.

 
De nombre artístico, le pusieron Peluso
aunque este Peluso no era ningún iluso
y tampoco pues, él sería de origen Luso
él nada más quería ser, El Gran Peluso.

 
Y Peluso cantaba las grandes melodías
y haciéndolo seguido por todos los días
de Giacomo Puccini, escogió su "Tosca"
pero no lo hacía, de manera muy tosca.

 
Prefería a, "I Pagliacci" de Leoncavallo
igual, con melodías de la Cota Carvallo
de Puccini también, su "Nessun Dorma"
terminando, iba a ver la ópera "Norma".

 
Mucha gente se iba a ver los conciertos
y estos casi nunca, estuvieron desiertos
y había veces que cantaba a casa llena
y la casa llena amigos, no se le rellena.

 
Muy pronto pudo obtener dinero y fama
ahora que tanto, se miente y se difama
y rápidamente, acumuló mucha fortuna
  así se colgó un dije, de la Diosa Fortuna.

 
Una noche, con sus amigos salió de gira
y en un bar alguien cantaba una guajira
ella era una cantante cubana muy bella
 al instante a ella la invitó para Marbella.

 
Fue un flechazo un amor a primera vista
y acá no necesitó, de ninguna entrevista
y Peluso solamente quería contemplarla
 tal vez con el paso del tiempo templarla.

 
El nombre de esta cantante, era Delinda
y para que la desgraciada era muy linda
y de inmediato empezaron a salir juntos
  y con la sola resistencia de sus adjuntos.

 
Así que Peluso le propuso ser su amante
comprándole por esto un lindo diamante
hasta pasaron, noches de farras y cenas
 las que adornaron, con rosas y azucenas.

 
En realidad que fueron noches de placer
porque Peluso, sólo la quería complacer
los dos disfrutaron, a las mil maravillas
  que acá quiso regalarle una de las villas.

 
Al comienzo todo les sería color de rosas
y luego llegaron las noches deshonrosas
fue cuando Delinda recién sacó la garra
esa garra, que tu corazón te lo desgarra.

 
Así Delinda, empezó a engañar a Peluso
y ahora sí, que él se portó como un iluso
él ya no creía, en nada de lo que decían
 es que pensaba, que sólo los maldecían.

 
Y Peluso se sentía de lo más enamorado
que no le importaba tener un ojo morado
y ya por nada, ellos se iban a las manos
 ellos peleaban como si fueran hermanos.

 
Él no quería escuchar, y parecía un ciego
así pues que no tendría ni paz ni sosiego
él decía que todo ese asunto era absurdo
  y a pesar que el gran Peluso no era zurdo.

 
Ella atrevida y sin vergüenza lo engañaba
¿Y él qué hacía? Únicamente la regañaba
por esto Delinda, acá hizo abuso de poder
  y lo siguió engañando hasta más no poder.

 
Rápidamente Peluso, se daría a la bebida
cómo no sabía, lo haría de forma indebida
abandonarse a la bebida fue su maldición
   y tal es así, que se le convirtió en adicción.

 
Entonces comenzó, a drogarse con heroína
por su amor Delinda que era su, "Heroína"
 y se volvió un pelado drogadicto alcohólico
que con tan sólo el pensarlo me da cólico.

 
De nada sirvió ganarse el disco de Platino
que se veía que estaba sellado, su destino
de verdad en esta ocasión a él le falto tino
 al cometer terriblemente, un gran desatino.

 
Su fama fue desmoronándose y decayendo
y en su vida personal igual estaba cayendo
y ya estaba perdiendo la noción del tiempo
 esta vez no se salvaba ni con sobre tiempo.

 
Su salud igual, decaía y se le iba minando
al punto que, no podía ni estar caminando
así que, su gente que lo llevaba a cuestas
  le decía: "Mejor ven por acá y te recuestas".

 
Los médicos finalmente hicieron una junta
y eso le preocupó, a toda su gente adjunta
empero ellos esperaban, oír el diagnóstico
 en esta ocasión Peluso quiso ser agnóstico.

 
Cuyo resultado fue el cáncer a la garganta
y que al oírlo Peluso casi que se atraganta
lastimosamente era, enfermedad terminal
 y nadie sabía del origen, de este germinal.

 
Al enterarse de las malas noticias Delinda
vio que acá la cosa, ya no le pintaba linda
bueno, se largo y se compró un nuevo traje
 esto para todos si que fue su último ultraje.

 
Así el Peluso, desconsolado, y abandonado
le rezó a nuestro Dios quería ser perdonado
lo haría en compañía de sus adjuntos fieles
 y todos juntos rezaron hasta por los infieles.

 
Pidió que le cumplieran su última voluntad
ya que Peluso no tenía fuerzas de voluntad
deberían de tener en cuenta, como premisa
de que cuando muera, no querría una misa.

 
Y que al momento que se le cierren los ojos
que no lo lloren o tendrán ambos ojos rojos
igualmente que antes, del viaje sin retorno
hubo un favor, que pidió a todo su entorno.

 
Les dijo: "Que no lo lloren, se van a cansar
y que es la hora de que lo dejen descansar
que mañana él iba a dar su última función
    y que después sería, el día de su defunción".

                EL MANU

  • Autor: EL MANU (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de octubre de 2012 a las 16:52
  • Comentario del autor sobre el poema: \"No todo lo que brilla es oro\". \"Caras vemos, corazones, no sabemos\".
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 1311
  • Usuarios favoritos de este poema: Amaida Bueras, El Hombre de la Rosa.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Un genial hermoso y preciado cuento hecho poema estimado amigo El Manu
    Saludos y amistad

    • EL MANU

      Gracias Maestro por su amable visita y sus gratas palabras, es un honor para mí su visita. Un abrazo.



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.