La española Pilar Mateos no es una simple escritora que se limita a elaborar historias para ampliar la oferta del universo editorial sino una mujer que ha decidido poner todo su talento e ingenio al servicio de la literatura infantil con el propósito de entretener y estimular a los más pequeños para que, desde temprada edad, sepan cómo desarrollar su imaginación.
De su autoría existen varios libros, pero en esta oportunidad sólo haremos foco en el contenido de «Gata García», una propuesta que comenzó a difundirse en 1997 y fue distinguida con el Premio Edebé de Literatura Infantil.
Este relato que apareció a dos años del lanzamiento de «Sin miedo a los brujos» pretende hacer más placenteros, asombrosos y divertidos los primeros años como lectores. Para ello, se vale de las aventuras de una niña que tiene la particularidad de aparecer y desaparecer misteriosamente de la casa del solitario cajero bancario Sanlúcar.
La presencia de esta jovencita de voz transparente, ojos felinos y grandes botas no tarda en generar curiosidad. La idea es descubrir quién es esta niña y por qué razón la gata que vive con Sanlúcar se pierde de vista cada vez que ella aparece. ¿Será ella una demostración concreta de la capacidad de los gatos para adoptar la figura de un niño?
De querer tener las respuestas a estos interrogantes, la opción más apropiada es conseguir un ejemplar de «Gata García» y destinar algo de tiempo a la lectura de este material que, pese a tener varios años de antigüedad, aún cautiva. Seguramente, al llegar a la última página comprueben que, una vez más, la también responsable de títulos como «Jeruso quiere ser gente», «Historias de Ninguno» y «Qué desastre de niño» ha sabido deleitarlos con una historia de fantasía que maravilla al público infantil y, a los más grandes, les arranca una sonrisa al trasladarlos hacia una época de pureza, inocencia e ingenuidad donde todo parece posible: la infancia.
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