El Hombre de la Rosa

LA CAÑA Y EL PESCADOR

Entre los canchos del rio

Se siente olor del romero,

De primor y yerbabuena

De caña y de cebo bueno.

En la orilla del torrente,

Estoy pescando con caña,

El sedal lanzado al vuelo,

Aterrizando en el agua.

Entre los cachos del rio,

Con  olor de nenúfares,

Me miran las amapolas,

En la espiga de trigales.

En la orilla del torrente,

En campos de regadío,

Se huele la yerbabuena,

Entre las piedras y el rio.

Una carpa sana y fuerte,

Almuerza el señuelo mío,

Virgen del agua y espuma,

Para almorzar yo te pido.

Entre los canchos del rio,

Se siente olor de retamas,

De alhucema y peregrino,

Entre péndolas de ramas.

Vestimenta de rio bravo,

Katiuskas del buen pescar,

Las cañas de buena clase,

La experiencia sin probar.

Entre los canchos del rio,

Con los  efluvios del agua,

Lleva la corriente abajo.

El  susurro de mis cañas.

Sin pesca me voy a casa,

Pero amigos he tenido,

El de la Rosa entonando,

Entre las piedras del rio.

 

Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

14 de marzo de 2011