Armando Cano

DELIRIO

Tengo ganas y no tengo. Ganas de volverte a buscar. Saber qué me quieres.

De seguir soñando que me amas, que nos queremos. Y me entiendes.

Quiero renunciar a seguirte esperando, a pensar en ti. Quiero marcharme.

Me enloquece la sola idea de no poderte olvidar. Y que me olvides.

 

Ganas,  muchas ganas tengo de besar tu boca, y morder  tu piel.

Pero sobre todo tengo angustias que no vuelvas; de que te vayas.

Que me prives de tus sueños, de tu risa, de tu pelo. Que te quedes donde estas.

Verdaderamente no sé que tengo, ya que te extraño,  te odio, te amo. Te niego.

 

Y no encuentro reposo ni en tus dedos, ni en el fondo de tus ojos, ni en el timbre de tu voz.

A cada momento sufro, desespero, porque te sé distante, ausente, molesta y cansada.

Y eso me tiene frustrado. El orgullo no nos permite, no nos concede ni volver la vista atrás.

 

Por eso tengo ganas y no tengo de buscarte y no buscarte, de esperarte a que reacciones.

A que se den las condiciones para poder continuar peleándonos, reconciliándonos.

Escuchando tus canciones, escribiéndote poemas. Delirando por tu amor.

 

 

© Armando Cano.