Pedro Jorge

Sólo es una niña...

Inevitablemente como nunca me estoy enamorando,

cada instante en ella estoy pensando...

 

Pero si aún es una niña me digo reprochando,

y ampliamente me imagino sus ojos contemplando.

 

La sucinta existencia en su rostro es notable,

pues tiene en su mirada ternura inigualable.

 

Todavía guarda en su alma infinita pureza e igenuidad,

pero yo la amo, y poco me importa cual es su edad.

 

Su actitud infante ha hecho de los besos un loco deseo

y cuando jura que me ama, sin dudar le creo.

 

Es en verdad un ángel que mi corazón ha arrullado,

no sabría agradecerle el amor que en sus brazos he encontrado.

 

No debí enamorarme... pero... tampoco me arrepiento,

pues esa hermosa nena es todo mi sentimiento.

 

Sólo es una niña... una niña que la vida me ha regalado...

y sin siquiera imaginarlo mi tonto corazón se ha enamorado...