Venado Azul

La RevoluciĆ³n de Estela

Cuando por fin la encontré,

No se dio cuenta de mi llegada,

Demasiado entretenida,

Jugaba con las estrellas.

Alargué mis dedos,

Toqué sus mejillas,

Puso en órbita las estrellas,

Y se acercó a mí,

Blandiendo sus grandes alas.

 

Me asomé a la ventana,

Vi que eran como las cuatro,

De la oscuridad,

Volví borracho a la mesa,

metí a Dios,

dentro una botella de ron.

Juntos la bebimos,

Nosotros mismos,

Nos hicimos dioses.