Manonle

Dejemos de escribir amor

Dejemos de hablar de poesía muerta

para repetirnos con la cierta felicidad

de aquel que ha encontrado el bienestar

hasta en medio de la tormentosa guerra

 

Hablemos de poesía viva

para envilecer los rostros 

de los jovenes poetas muertos

que no encuentran el sentimiento

de viva la vida.

 

A los oscuros crepúsculos no quiero encerrar

la más llama carontiana 

pero a eso me obliga, me obliga la incertidumbre

de querer amanecer con diferente mañana.

 

Encerriero los sentimientos de placer

y la lujuria del despertar erecto

siempre con el amor a tu lado

para hablar de cosas transparentes

y obedecer a otros sentimientos.

 

Espero así cerrar una etapa con este discurso

más prosa poética que poético,

y empezar la nueva con los mismo deseos

de crear obras que queden en la piel

de gallina de los lectores hambrientos

de buena poesía.