PINONA

Maldita Enfermedad

 

Injusta,

Por definición siempre es,

Destino de algunos que nadie merece.

Intempestiva y traicionera,

Ladrona sigilosa de la vida al entrar sin siquiera llamar.

Dolorosa que ciencia todavía no alcanza a curar,

Ni tan siquiera con placebos aliviar.

Tirana con la que luchar,

Mantener costumbres y rutinas,

Con inmenso esfuerzo adicional.

Asesina de sueños, de la esperanza de sanar,

Materia que al final no es más que mortal.

 

 

Invasora de hogares,

Catadora incesante de la fuerza y resistencia de sus pilares.

Torturadora que carcome la energía vital

Y el alma desangra, gota a gota, día a día, siempre algo más.

Insidiosa que contagia, sin contagiar,

Únicamente espíritu de resistencia sin otras armas para batallar.

Imborrable marcadora de surcos imposibles de desdibujar,

Del que estoicamente soporta,

Y de aquel que con locura impotente acompaña el malestar.

 

 

Maldita enfermedad,

Es su lento caminar viento huracanado que asola todo al pasar,

La sonrisa, pasión, alegría y, en ocasiones,

Hasta el deseo de respirar.

 

MARTA DORESTE