Miro tus ojos, los veo cansados,
Son hermosos, emanan vida,
Cansados de llorar, tan desolados,
Si los veo llorar, siento mi caída. . .
Eres la misma que fuiste,
Toda tú en manos y cara,
La misma solo que más triste,
Es el resultado de esa relación pagana. . .
Te ves como en un espejo,
También, en mi mirada cansada,
Y piensas, sin decirme nada,
Que yo también ya estoy viejo.
Si no paz, y si no olvido,
Espero algo, y tú también,
Quieres olvidar lo vivido,
Es el desecho de tu desden,
Estamos en un andén,
Después que el tren ha partido,
Anhelan tus ojos mi vaivén,
Y es que sana tu corazón herido.
Y es que, miro tus ojos,
Y eres toda mía,
Miro tu cuerpo, te deseo,
Te vas, se ahuyenta mi alegría.
Tus ojos son bastante tiernos,
Son piedras preciosas, son gemas,
Son hermosos, son tan bellos,
Más que radiantes, inigualables estrellas.
Alumbran mi vida,
Ahuyentan mi pasado,
Sobrepasan la melancolía,
A muchos han enamorado.
Y no me niegues tu mirar,
Déjame perderme en ti,
No me dejes de enamorar,
Me perderé. . . sin ti. . .