Matilda

Cuando hablo de amar

Cuando hablo de amar y mis palabras conjugo para formar con ellas manos tibias que acaricien los rincones de tu piel, me siento una dama erudita inventando amor – amar con las palabras; cuando hablo de amar y mis palabras sujetas, la última de la primera, se enlazan, se mezclan, formando la sensación que te arrobe en un minuto al cielo, me siento diosa en el Olimpo, Eva en la tierra, una perdida en tu cama; cuando hablo de amar con mis palabras, imaginando tus manos pasear lentamente por mi piel, se estremecen mis sentidos tan solo de pensar que eres tu el que atraviesa el camino húmedo entre mis cerros solitarios, que es tu vida la que siembra cauces donde corren ríos; cuando hablo de amar con las palabras… siento que solo son palabras que no soy ni erudita, ni diosa, ni Eva, peor una perdida en tu cama… siento que no sé nada, que solo son palabras… que la imaginación no vasta para decirte amor, con mis palabras…