YoKo

Fuego sobre hielo

A mi hermana, bella damita

 

Desde las blancas tierras de meteoro provienes,

vuestra fría hermosura se desiguala sobre la marcha,

toda ella cubierta de rocío en las alturas,

es incluso en las nubes que vuestro candor se dentera.

 

Mi pequeña, desde las heladas de Moscú nos embelesas,

destilada como hija de suave viento,

en esencias frías que calcinan en brisas heladas,

con soltura de una péndola en danza con el tiempo.

 

Toda una escultura en movimiento,

derrocha encanto, cual ángel nacido sobre hielo,

horizonte sublime se observa, entre pinos a las montañas,

en seda vuestra tez, delicada como si algodón fuese.

 

Divina cuando el verde casi no divisa en el frío blanco,

mayor contraste con los cielos despejados, no hay,

cuando en vuestros ojos azul turquesa anida,

en esencia al rosado que abrillanta vuestros labios.

 

 

 

Giros sobre hielo, danza divina de los cielos

mientras a los mechones de vuestro cabello acaricia al viento,

pareces un hada que en delicados sortilegios,

al aire encandilas cuando en piruetas a Newton armarlas,

quien dudaría frente a vuestra belleza; de atracción el estatuto.

 

Portadora de esencial belleza, siempre vehemente en movimiento,

bailarina con destreza a vuestro padre consagras,

como tesoro en memoria eternizas,

mi hermana que fuego genera sobre hielo.

 

Clavel Rojo

© Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados