gerardo villalobos

SONETOS DE UN AMOR TARDIO

 

 

Silente fue el capricho que albergara

Aquel amor que del temor nacía

Alimentándose en la lejanía

Y en las entrañas del dolor quedara

 

De aquel romántico hombre que dejara

En puño y letra un alma que gemía

Por una mujer que no lo advertía

Salvo de alguna vez que lo mirara

 

Qué lógica, tesón o empresa iría

A desposar tal mal que le obligara

Un inconfeso amor que se escribía

En el temor de que lo abandonara

 

Pero un ruido estridente anunciaría

Accidental destino que esperara

Al triste soñador quien moriría

Dejando piel y sangre en la palabra

 

Algún heraldo amigo luego cuenta

A la joven mujer desprevenida

Esta pasión ceñida en la demora

 

Y de un arca pequeña le dispensa

De quien quedo pequeño ante la vida

El brillo de sus cartas soñadoras

 

Leyendo pausa y letra sollozaba

El sol naciente hermoso en cada nota

La musa entre su llanto gota a gota

 

Mirándole a los ojos preguntaba

Por qué fue su presencia a ella ignota

El hombre que en el mundo más le amaba

 

 

Gerardo Villalobos