Insomnioptera

Telares IV

Para qué quieres alas, Alondra.

Aún hay que limpiar todas las copas.

Y por favor, descuelga los zapatos del techo,

no vuelvas a subirlos.

No olvidarán con eso para qué los cosieron.

 

Pero cierra los ojos, cierra los ojos, Alondra,

(que no me gusta que me mires llorar,

no desde afuera)

Y detrás de tus párpados,

encontrarás el filo de tus lágrimas.

Ella no.

Y él estará vedado como siempre.

 

11 de julio