Pilar Luna

DICOTOMÍA

Intentarán trasplantarte

el hielo blanco de agua sucia,

pero tu corazón late cada segundo

rojo como el fuego.

Nada ofrecen porque nada tienen

sólo un vaso blanco

con los cristales pegados

por los golpes de la vida,

y son más verdad si no tienen

maquillaje negro.

 

Desgaja unas naranjas,

cítricos efervescentes

que arañan la existencia

pero tienen el calor del Levante,

el lugar donde las mujeres

buscan una vida valiente.

Yo sigo aquí,

en el punto de partida de las carreteras,

y ya borré la palabra esperanza.

Solos se quedan los hombres

con su fragilidad, difícil supervivencia.

El sueño desnudo de seda o franela,

verano en los dos mundos

de Hispania,

una dicotomía para quien

camina en solitario

frente al mundo,

frente al mar.