Justine Aislinn

EL FINAL DEL CLOSET.

Al final del closet

                       goce

En la esquina de un cuarto de hotel 
Se siente el tacto de una mirada oscura 
Que desprende las pieles 
Del disfraz pulcro que nos da la ropa 
Sin nada de amor 
Una mujer se adentra en una cama ajena:  
                                      A tientas y emocionada  
Sus manos buscan y encuentran:  
                                          Una sonrisa que ilumina sus deseos  
Para entonces no hay prejuicios 
 
Se encuentra con su amante 
De piel pálida y suave. 
 
Un par de senos se vuelven masa entre sus dedos  
Se juntan y se llenan de saliva 
Se muerden y ambas  
Se pierden entre sus gemidos  
Vuelven a encontrarse  
en lengüetazos dentro de cavidades húmedas 
Se juntan y se llenan de saliva 
Entre labios de mujeres, 
Vientres pegajosos 
En una noche de tanta hambre  
Con oportunidades que las disfrazan de verdugo-victima  
Dedos que penetran hasta tocar infiernos 
Placeres que desbordan hasta creerse en cielo.