Carlos Andrey Vargas Araya

Ecos de la existencia

En la senda de lo ordinario,
 la existencia dicta un itinerario,
una alma errante, en búsqueda constante, anhela un sentido  trascendente y  vibrante.

Crecer, procrear, laborar, fenecer,
 las etapas que se espera recorrer,
 persiste la voz que clama por encontrar. Ser amado en la pura simplicidad,trasciende las diademas de vanidad.

No meramente sobrevivir, sino plenamente sentir, en el saber y el construir,un legado de afecto,no solo un ser efímero en su existir.

En la mirada sincera de la infancia,
en el calor de un abrazo sin distancia,
se descubre el amor más verdadero,
que en el cetro más opulento y dorado.

La felicidad, un misterio a develar,
más que un instante, un océano por explorar,en cada cresta, en cada soplo, una revelación, de que la vida es un lienzo, no una simple operación.

En esta odisea,se entreteje la existencia de naturaleza espiritual,  crecer es evolucionar, y equivocarse es solo comenzar.El  propósito en cada aliento, es eternizar mi existencia a través del amor.