duraznense

BELLO SILENCIO

BELLO SILENCIO

 

¡Bello silencio, testigo de mis cuitas,

si te cruzas con ella, no le digas

que me has visto llorar, solo en la alcoba!

 

¡Miente con ira, como me has mentido

la vez que acogiéndome en tu seno

encendiste en mi alma una esperanza!

 

¡Retrátame altanero ante aquellos ojos

que un día en el dolor me hundieron,

¡Nunca dejes de darme tu consuelo!

 

¡Dile que alegre estoy por estas horas,

que el aire azul de la ilusión me espera

puertas afueras donde los goces ríen!

 

¡No la dejes dudar, porque si duda

un día como hoy vendrá a buscarme

tan solo por piedad, y eso no quiero!